Sólo somos el reflejo de lo que eramos, los restos de una utopía destruida por el odio y la codicia. Individualmente increíbles, colectivamente aniquiladores de todo lo que amamos.
miércoles, 6 de julio de 2011
Fire...
Aún me cuesta dormir cuando recuerdo las gotas de sudor bajando por mi espalda, la cama sigue tan vacía como siempre, pero he cicatrizado bastante bien, he huido de la rutina para volver a lo de siempre. Ya no sueño con casas caras a la orilla de la playa, ni con amueblarlas con lo más caro de ese odioso catálogo. No sé si he subido de nivel o he bajado mi categoría, pero tampoco me importa, estoy tranquilo, no me arrepiento de nada de lo que hice si lo hice por amor, tampoco de lo que hice por desamor. Yo sólo puse el punto final a una historia que ya estaba acabada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario