domingo, 17 de julio de 2011

De resaca.

Amo los días de resaca, despertar tarde, mucha música tranquila, no hablar con nadie, relajarme, no rendir cuentas, meditar, pensar...demasiado.

La vida es demasiado efímera como para pasarla planeando un futuro, no somos nadie a los ojos de la vida, ni siquiera en nuestra propia vida significamos mucho, así...¿como queremos significar mucho para una persona que no somos nosotros mismos?¿Para una vida ajena? Déjame explicarme.

Tú, es obvio que tienes tu vida, y eres la persona con más capacidad de decidir en ella que existe, pero eso no te ofrece total libertad, pregúntate si puedes hacer lo que quieres con tu vida, mira a tu alrededor y dime si no ves alguna barrera que te condena a no cumplir tus sueños o a no poder cumplir las acciones que deseas, si acaso eres realmente libre, si no dependes del dinero, de tus padres, del Ibex 35, del amor o del tiempo. Yo me siento esclavo, esclavo del tiempo, que nos arrastra en su agujero hasta el más grande abismo, que nos engulle como si se tratara de una serpiente de cascabel, el tiempo, mercenario como él sólo, puede hacerse oro, o convertirse en carbón, puede volverse interesante en un instante, o puede destruir todo lo que quieres, pero nadie sabe como controlarlo, contrarrestarlo, evitarlo o escapar de él, en ese asunto todos somos absolutamente iguales, a todos nos atrapa por igual, el tiempo, lo único realmente inalterable de este universo. 

Y pensar que sólo tenemos unos míseros años para emplearlo en lo que podamos, a veces me da la sensación de que lo estoy echando a perder, siempre he mantenido en mi cabeza la idea de haber sido útil para algo, haber hecho feliz a alguien, pero como con todo, no depende sólo de mi. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario