sábado, 24 de septiembre de 2011

6 de Agosto de 2011

Escribo a la luz de las farolas, borracho como ninguna otra vez, miro a través de las rejas de mi ventana, no se ve nada, una estrella brilla en el cielo, escribo a escondidas, bajo el miedo de que se descubra el secreto, inmerso en el deseo de nadar en tu recuerdo, a la luz de las farolas, no hay nada como el aquí y ahora.
Sólo escribo y me descargo del mareo de la vida, de la exclusiva y la primicia, del bonito momento, del recuerdo del primer beso.

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