Sólo somos el reflejo de lo que eramos, los restos de una utopía destruida por el odio y la codicia. Individualmente increíbles, colectivamente aniquiladores de todo lo que amamos.
sábado, 18 de junio de 2011
No.
No quiero cuentos chinos, ni historias raras para no dormir, que de esas tengo bastantes, llegó el momento de olvidarse de todo y pasar página, de no pensar, de disfrutar y de las personas que de verdad aprecio, ellas saben quienes son, dar nombres es sólo cuestión de cotilleo. Cada uno tiene su lugar, y el mío está en todos lados. Yo he conseguido todo peleando, y ahora no va a ser menos, así que tarde o temprano tendré que saltar a la arena de nuevo, no me queda otra que seguir entrenando.
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