Sólo somos el reflejo de lo que eramos, los restos de una utopía destruida por el odio y la codicia. Individualmente increíbles, colectivamente aniquiladores de todo lo que amamos.
domingo, 7 de octubre de 2012
El viernes, al llegar a mi casa de
clase pasé a la cocina y sin pensarlo le di un beso a mi madre. Algo que no suelo hacer al volver a casa. Su repuesta fue "¿Qué quieres ahora?" Se pensaba que le iba a pedir algo.
La Vida Es Una Puta Mierda
No hay comentarios:
Publicar un comentario