Al final, después de diecinueve años, he aprendido a convivir con la otra parte de mi, ese lado oscuro que todos tenemos, cada uno a nuestro modo y que nadie más conoce. Algunos lo escondemos en lo más profundo de nosotros, lo enterramos y lo apartamos totalmente de nuestra vida, otros conviven con él y a otros acaba por consumirles.
Tarde o temprano ese lado opuesto, distinto, diferente o especial acaba reventando por algún sitio, da igual lo que pueda hacer, dejarme sangre y alma en esconderlo se vuelve inútil, ni enterrarlo en lo más profundo del interior. Tarde o temprano esa parte sale, y tarde o temprano es ahora.
Odio esta parte de mi, la parte que sólo yo conozco de mi persona, de mi personalidad destructiva que acaba por consumirme por dentro. No quiero volver a verla, no quiero que vuelva otra vez.
Estás bien jodido Juan, bien jodido.
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